jueves, 8 de julio de 2010

My Best Friend's Wedding


Hay veces en las que realmente veo mi vida como una pinche serie de TV jejejeje sip, hay veces en las que espero que las reacciones de la gente, y hasta las mías, sean como en las series que vemos en la TV. Uno de los últimos "episodios" de la "serie" de mi vida fue la boda de mi mejor amiga, Adriana... Y es que, ella y yo siempre hemos sido algo así como 'soul mates', ella es mi mejor amiga desde que tenemos 12 años; nos conocimos en la secundaria, y apartir de ese momento surgió un lazo bastante fuerte. Ella ha sido mi soporte en muchos "episodios" de mi vida... ella estuvo acompañandome cuando se me metió la loquera de querer ser cura, me apoyo en el momento de la muerte de mi padre,ha estado ahi para acompañarme en rupturas y noviazgos, en fin, podríamos decir, mi querida gentecita, que Adriana siempre fue y ha sido un personaje protagónico en la "serie" de mi vida. Tal vez es por eso que cuando me enteré de su "repentino" compromiso matrimonial, literalmente, me fui de espaldas. Aún recuerdo la escena y muero de la risa, y es que a nadie le gustaria enterarse del compromiso de su mejor amiga por boca de su propia madre, a las 5 y media de la mañana, mientras tomas el primer sorbo de café... y sí, así fue que me enteré que mi mejor amiga se casaba con un señor al que no tenía el gusto de conocer. Al llegar a mi oficina, lo primero que hice fue hablarle por telefono y reaclamarle a mi mejor amiga el hecho de haberme enterado de su compromiso por boca de mi madre... ella solo se limitó a escucharme y reitererar el hecho de que siempre he sido como un niño chiquito al que siempre le ha gustado tirarse al drama...

Dias después, mi querida gente, Adriana y yo nos vimos para, finalmente, conocer a Mauricio, su novio, y aunque mi timidez y mi cerrazón no me permitieron platicar mucho con el, pude ver que en verdad era un buen tipo, y que hacia feliz a mi hermana chiquita, y por primera vez en mucho tiempo pude ver que aquella niña sonreía de
felicidad.

Adriana y yo solo nos vimos una vez más antes de la boda, en aquella ocasión le toco a ella conocer a Leon, mi novio, y aunque nos vimos por un rato muy corto, pude comprobar que mi hermanita era realmente feliz, así como yo lo soy con Leon.

El dia de la boda llegó, y aunque yo no estaba muy convencido y no me gustaba mucho la idea de ver a mi amiga casarse, llegué a la Iglesia para presenciar como Adriana se comprometía de por vida con Mauricio... lo que vino después no fue mas que una celebración del amor que mi mejor amiga y su ahora esposo se habían profesado horas
antes.

La boda, también sirvió de escenario para un reencuentro; después de casi 10 años nos juntábamos los cuatro mejores amigos; Adriana, Orquidea, Marisol y yo coincidimos por primera vez después de mucho tiempo. Ese día aquellos 4 adolescentes se reencontraban, esta vez como adultos, para compartir las ilusiones de una de ellos y me di cuenta que, a pesar de la distancia, del tiempo y de la edad, dentro de estas cuatro personas, siguen viviendo los adolescentes inmaduros y juguetones.

Al final del día, solo baile una pieza con la novia, pero esa pieza fue más que suficiente, un beso y un abrazo me sirvieron para darme cuenta que, por más que me duela aceptarlo, mi mejor amiga es ahora una mujer casada, y no por eso dejara de ser mi mejor amiga, una de las únicas personas capaces de conocerme y reconocerme en sólo un gesto...

Al final, tal vez este episodio no fue como salido de una serie o de una película de besitos en donde el mejor amigo gay es casi casi el organizador de la boda... Núnca seré Rupert Everet y, gracias a Dios, Adriana nunca sera Julia Roberts, pero lo que hemos vivido juntos no se compara con nada, y hoy puedo dar gracias por tener como amiga a esta mujer única, excepcional, hermosa, bromista y sonriente... Mi
hermanita menor...

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