martes, 28 de diciembre de 2010

Gone with the Year


Cada año que comienza, trae consigo la posibilidad de comenzar de nuevo en uno, o varios aspectos de tu vida… el año que estamos despidiendo, comenzó para mí con uno de los cambios más radicales que alguien pueda hacer en su vida… como bien recordarán, comencé el 2010 saliendo de la casa materna y abriendo las alas para comenzar de nuevo en un departamento compartido en la Colonia Roma, con gente nueva en mi vida, con experiencias nuevas, con nuevos hábitos y nuevas formas de pensar. A lo largo de este año, tuve la oportunidad de conocer a mucha gente, gente que me acompañó durante poco o mucho tiempo; algunos de ellos han tenido una presencia intermitente en mi vida a lo largo de este año; algunos otros han llegado para marcarme de una manera definitiva; algunos de ellos intentaron regresar del pasado, pero yo les cerré la puerta en las narices, impidiéndoles, así, hacerme daño una vez más; algunas de las personas que llegaron este año a mi vida, simplemente llegaron, cumplieron su cometido y se fueron… su presencia fue contundente en mi vida, pero una vez que la marcaron, simplemente salieron de ella; algunas otras personas volvieron casi veinte años después, para enseñarme cómo hemos cambiado, cómo hemos crecido como personas… ; finalmente, están esas personas que cuando llegaron, su presencia era casi imperceptible, poco a poco, por intereses en común, por empatía, o simplemente por cómo se llegaron a dar las situaciones, ahora los puedes llamar ‘amigos’ con toda la extensión de la palabra.

En estos momentos un año va terminando, cada segundo representa y trae consigo el final de una etapa, de un momento, o desde mi punto de vista, de una temporada de la telenovela de mi vida, jajajaja, si gente, recuerden que a veces suelo ver mi vida como si fuera uno de esos melodramas dignos de ser transmitidos por el canal de Sony; y es así como también llega el momento de decirle adiós a todas aquellas situaciones y personas que ya no serán indispensables en tu vida; personas con las que compartiste unos meses de tu vida, personas que proclamaron amistad y al más mínimo movimiento de la marea te dieron la espalda; personas con las que llegaste a compartir tu vida, a las que considerabas tu familia y que en un momento dado, simplemente decidieron dejarte de lado; y así, comienzas a hacer el recuento de los daños y comienzas a valorar lo mucho o poco que te dejaron las personas, las situaciones y los momentos que viviste a lo largo de un año.

Como lo dije al principio, cada año que comienza, trae consigo la posibilidad de comenzar de nuevo, pero al mismo tiempo, trae el fin de algo que ya está caduco en tu vida. Algunos finales llevan tiempo para revelarse, pero una vez que se revelan ante ti, son casi imperceptibles. Algunos inicios son silenciosos, tan silenciosos, que a veces no te das cuenta cuándo se dieron; algunos son dignos de una celebración, con fuegos artificiales y fanfarrias, así también, algunos finales son dignos de una despedida igual de escandalosa… Tú decides lo que inicia y lo que termina, tú decides a quién despedir y a quién darle la bienvenida, así es que, que comience la cuenta regresiva y prepárate para comenzar algo absolutamente nuevo…