domingo, 20 de septiembre de 2009

Desperately Seeking Prince Charmin'


Algunos de nosotros somos de la idea que, para encontrar el amor verdadero, tenemos que besar una cantidad exhorbitante de sapos (o ranas, según sea el caso). Esta constante búsqueda por el amor es difícil para cualquiera, y la mayoría de las veces vamos por la vida cual Cenicientas, probándonos cuanta zapatilla de cristal llega a nuestros pies. 

Los príncipes, como las zapatillas, vienen en todas las tallas, colores, decorados y marcas; pero, al igual que las zapatillas, los principes a veces vienen con "defectos de fábrica"... no gente, la vida no es perfecta, el príncipe siempre se queda con una que otra actitud del "sapo" que alguna vez fue... y es entonces cuando tenemos que hacer una evaluación, ¿los defectos que tiene tu príncipe son los suficientemente fuertes como para mandarlo a la porra? o ¿son los suficientemente insignificantes como para seguir a su lado? Sea cual sea tu respuesta, lo importante es darte cuenta que estas ahí para disfrutar de esa relación, no para sufrirla... y es ahí, cuando empiezas a sufrirla, que se prende un foquito de alerta que nos avisa que puede que el Príncipe Encantador no sea tan "encantador". No me podrán negar, mi querida gentecita, que muchas de las veces, si no es que la mayoría, dejamos pasar ese foquito rojo, simplemente decidimos no prestarle atención, ya que, como gays, preferimos tener cualquier cosa a no tener nada, así es, preferimos conformarnos con lo que tenemos, con tal de no "sufrir" la soledad que muchas veces nos rodea, y es así como nosotros mismos nos "vendemos" nuestro final feliz, cuando en realidad no es tan "feliz"...

Todos sabemos que el proceso de adaptacion, tanto para las zapatillas, como para los príncipes, puede ser incomodo... y a veces, hasta doloroso (nadie dijo que la Cenicienta no le salieron ampollas la primera vez que se puso las zapatillas de cristal). Las primeras ctas con el principe potencial son la clave para saber si ese cuento de hadas puede tener un Happily Ever After, porque es ahi cuando conoces a la otra persona, y te reconoces a ti mismo en ella; si gentecita, el príncipe siempre tiene algo que hace que nos identifiquemos con él...

Todo este proceso de selección del Príncipe se va volviendo más difícil con el tiempo, si, trágicamente, nos vamos volviendo más y más selectivos a la hora de besar sapos... llega un momento en que ya no te pruebas cualquier par de zapatillas, con la edad, vas buscando que esas zapatillas tengas las especificaciones que tu mismo has "impuesto", y si ese par de zapatillas no las cumplen, entonces simplemente las rechazas,  por ejemplo, tengo un amigo que no sale con un Príncipe potencial por segunda vez, si en la primera cita se dio cuenta que truena la boca al comer, si, ya se que para algunos de nosotros eso puede resultar repulsivo, pero para otras persona, ese podría ser un defecto a potencializar... 

El chiste está en saber lo que quieres  y esperas de tu Principe Encantador,  y saber lo que estas dispuesto a dar a cambio... si, la búsqueda puede resultar exahustiva, y puede traernos ampollas, torceduras y un par de caidas (nadie dijo que caminar en tacones fuera fácil) pero al final, al igual que cuando encuentras el par de zapatos que te queda a la perfección, cuando encuentras al Príncipe Encantador no importan los defectos que pueda llegar a tener, siempre y cuando sepas que puedes vivir con ellos, y puedes llegar hasta a amar esas pequeñas imperfecciones que puede llegar a tener... Al final del día nadie es perfecto, y alguien siempre tiene que ceder en esta constante e interminable busqueda por el Principe Encantador...

sábado, 12 de septiembre de 2009

Hi, Society

Una vez que uno decide aceptarse como gay y hacer su "aparición" en sociedad, viene con ello un sentimiento de libertad y de autenticidad, pero también viene con ello un graaaan conjunto de prejuicios y clichés que la sociedad te van imponiendo... para mí, aceptarme como gay no fue sino un alivio, fue liberador poder darme cuenta que ser quien soy no tiene absolutamente nada de malo... Me gusta recordar aquella noche en la que un grupo de amigos y yo, nos reunimos para cenar pizza y tomar cervezas (algo muy normal en un ambiente universitario) y ahí fue como sucedió, con una pregunta pendeja y una respuesta no pensada, que salí del clóset, jajaja, no me digan que muchos de ustedes no lo hicieron asi, por accidente, o simplemente por reflejo... en mi caso, despues de haberme aceptado como gay delante de todos mis amigos, sali casi casi corriedo a la cocina por una cerveza, y ahi fue cuando, todavía con el rush de adrenalina en el estómago, me di cuenta de que ya no había vuelta atrás... un abrazo y un "por qué no me lo habías dicho antes?" de parte de una de mis mejores amigas, fueron lo que necesitaba para saber que todo estaba en orden, que no había problema, y que por primera vez en mucho, mucho tiempo, podía sentirme yo mismo...No me podrán negar, mi querida gentecita, que, para muchos de ustedes, esa "presentación ante la sociedad" también se dio de manera accidental, pero que una vez que te asumes, viene la tranquilidad que solamente te puede dar el sentirte bien contigo y saber que no le debes nada a nadie.

Pero, como decia antes, con esta aceptación, también viene un sin número de prejuicios que la misma sociedad nos ha impuesto por el simple hecho de ser gay; hay quienes nos llaman enfermos, pecadores, desviados, en fin... la sociedad sólo ve como "bueno"o "normal" lo que ellos mismos quieren encerrar en estos conceptos; yo prefiero verme a mi mismo como un hombre de casi treinta años a quien le gustan los hombres, soy un ser humano perfectamente normal, sano, cuyos únicos vicios son el chocolate, la comida y las compras (... ejem... y a veces el cigarro); soy hijo, hermano, tío, amigo... en fin, soy todo aquello que quiero y acepto ser; me rehuso a ser el cliché del gay, sí, ese cliché del cual Jack, de Will and Grace, es el mejor representante; no soy el gay que va por las calles contoneandose en sus muy ajustados pantalones de mezclilla, no bailo coreografías de Jeans, no he visto un solo episodio de Queer as Folk, y aun así difruto ser gay, disfruto jotear con mis amigos de vez en cuando, disfruto saberme gay, disfruto la música de Madonna, idolatro a Britney, soy ferviente admirador de Blair Waldorf, y sigo siendo perfectamente capaz de amar... Un muy buen amigo, me definió alguna vez como el "gay más hetero" que ha conocido, jajaja, y tal vez sí, no encajo con el concepto que la gente puede tener del gay, y sin embrago, sigo pensando que ser gay, con todo lo que eso conlleva, con la jotería, el antro, las etiquetas, las marchas del orgullo, los prejuicios, los isultos, y todo lo demás, es lo mejor que me pudo haber pasado...

Al final de día, cuando un gay hace su "presentación en sociedad" no siempre tiene que ser con bombo y platillo, no siempre tiene que ser con confetti, globos y una tiara de Swarovsky... a veces, nuestra presentación en sociedad es sutil y accidental... lo importante es siempre ser fiel a tus convicciones, a lo que sientes, amas y deseas...