sábado, 12 de septiembre de 2009

Hi, Society

Una vez que uno decide aceptarse como gay y hacer su "aparición" en sociedad, viene con ello un sentimiento de libertad y de autenticidad, pero también viene con ello un graaaan conjunto de prejuicios y clichés que la sociedad te van imponiendo... para mí, aceptarme como gay no fue sino un alivio, fue liberador poder darme cuenta que ser quien soy no tiene absolutamente nada de malo... Me gusta recordar aquella noche en la que un grupo de amigos y yo, nos reunimos para cenar pizza y tomar cervezas (algo muy normal en un ambiente universitario) y ahí fue como sucedió, con una pregunta pendeja y una respuesta no pensada, que salí del clóset, jajaja, no me digan que muchos de ustedes no lo hicieron asi, por accidente, o simplemente por reflejo... en mi caso, despues de haberme aceptado como gay delante de todos mis amigos, sali casi casi corriedo a la cocina por una cerveza, y ahi fue cuando, todavía con el rush de adrenalina en el estómago, me di cuenta de que ya no había vuelta atrás... un abrazo y un "por qué no me lo habías dicho antes?" de parte de una de mis mejores amigas, fueron lo que necesitaba para saber que todo estaba en orden, que no había problema, y que por primera vez en mucho, mucho tiempo, podía sentirme yo mismo...No me podrán negar, mi querida gentecita, que, para muchos de ustedes, esa "presentación ante la sociedad" también se dio de manera accidental, pero que una vez que te asumes, viene la tranquilidad que solamente te puede dar el sentirte bien contigo y saber que no le debes nada a nadie.

Pero, como decia antes, con esta aceptación, también viene un sin número de prejuicios que la misma sociedad nos ha impuesto por el simple hecho de ser gay; hay quienes nos llaman enfermos, pecadores, desviados, en fin... la sociedad sólo ve como "bueno"o "normal" lo que ellos mismos quieren encerrar en estos conceptos; yo prefiero verme a mi mismo como un hombre de casi treinta años a quien le gustan los hombres, soy un ser humano perfectamente normal, sano, cuyos únicos vicios son el chocolate, la comida y las compras (... ejem... y a veces el cigarro); soy hijo, hermano, tío, amigo... en fin, soy todo aquello que quiero y acepto ser; me rehuso a ser el cliché del gay, sí, ese cliché del cual Jack, de Will and Grace, es el mejor representante; no soy el gay que va por las calles contoneandose en sus muy ajustados pantalones de mezclilla, no bailo coreografías de Jeans, no he visto un solo episodio de Queer as Folk, y aun así difruto ser gay, disfruto jotear con mis amigos de vez en cuando, disfruto saberme gay, disfruto la música de Madonna, idolatro a Britney, soy ferviente admirador de Blair Waldorf, y sigo siendo perfectamente capaz de amar... Un muy buen amigo, me definió alguna vez como el "gay más hetero" que ha conocido, jajaja, y tal vez sí, no encajo con el concepto que la gente puede tener del gay, y sin embrago, sigo pensando que ser gay, con todo lo que eso conlleva, con la jotería, el antro, las etiquetas, las marchas del orgullo, los prejuicios, los isultos, y todo lo demás, es lo mejor que me pudo haber pasado...

Al final de día, cuando un gay hace su "presentación en sociedad" no siempre tiene que ser con bombo y platillo, no siempre tiene que ser con confetti, globos y una tiara de Swarovsky... a veces, nuestra presentación en sociedad es sutil y accidental... lo importante es siempre ser fiel a tus convicciones, a lo que sientes, amas y deseas...

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